lunes, 21 de noviembre de 2011

Teorias de Sociología de la Familia

Otro de los puntos en los que las nuevas técnicas de reproducción y métodos de manipulación genética inciden sin duda en la Familia. Muchos autores hablan  de cómo a lo largo del siglo XXI las familias están experimentando cambios significativos, donde desaparecen muchas de las antiguas pautas y otras persisten, ya no respecto al modelo tradicional de la familia extensa, sino en torno al modelo de familia nuclear.  Podemos hablar así, de “familias posmodernas”, caracterizadas por la flexibilidad y por su carácter principalmente individualista. Estos cambios no influyen solo en su composición sino también en las relaciones de los miembros entre si y de la relación con la sociedad, como veremos a continuación.  (Díez Nicolás, 1983)

 En cuanto a la composición, el modelo de familia nuclear sigue siendo el predominante pero convive también con una creciente diversificación de formulas alternativas de convivencia, como son, entre otras, los hogares unipersonales, los hogares sin núcleo familiar y los hogares que albergan un núcleo monoparental. Dentro de las llamadas familias monoparentales, nos encontramos con diferentes tipos  como consecuencia de las distintas situaciones sociales por las que se accede a esta situación:  puede venir por un divorcio, la procreación fuera del matrimonio, la adopción por parte de un solo adulto, la viudedad o la separación por diversos motivo. (Rodríguez Sumaza & Luengo Rodríguez, 2003)

Con las nuevas tecnologías de reproducción se suman situaciones nuevas, en las que la monoparentalidad este vinculada a núcleos de madres solteras que acceden a tener hijos mediante la reproducción asistida. En un principio podríamos asimilarlo a la monoparentalidad por adopción o en soltería. Pero en este nuevo tipo de unidad familiar monoparental uno de los progenitores, no es que esté ausente, sino que simplemente no se le reconoce como padre o madre es un mero donante.  Por lo que un solo adulto asume todas las funciones y/o papeles sociales que supuestamente debería realizar el progenitor ausente. Por tanto hay aquí una ruptura con como es entendida la monoparentalidad hasta ahora. Esta siempre se ha planteado por la ausencia de un progenitor bien por divorcio, soltería etc. En este caso, podríamos considerarlo soltería también pero elegida individualmente y a través del mercado lo que supone un cambio cualitativo. (Rodríguez Sumaza & Luengo Rodríguez, 2003)

Por otro lado, estas tecnologías, podrían acentuar un nuevo tipo de familia surgido en las últimas décadas las llamadas “familias tardías” provenientes de la maternidad tardía la cual se da cada vez más en las sociedades actuales (Gómez, Sampedro Gallego, & Montero, 2002). Este retraso de la maternidad en muchos casos  se presenta ante la opinión pública como un problema, al igual que es un problema por ejemplo la maternidad adolescente. Esta maternidad tardía aparece asociada a la quiebra de los modelos familiares que hablamos antes, a la pérdida de ciertos valores morales o a la disminución de la responsabilidad social de los individuos que les lleva a retrasar el momento de la maternidad hasta los límites de lo biológicamente posible. La importancia de este tipo de familias para nuestro estudio es que se ven  “propiciada” o favorecida, por la manipulación científica que puede transferir los limites que la naturaleza impone a los seres humanos. (Gómez et al., 2002)

En cuanto a las relaciones de los miembros entre si vemos como las tendencias en las últimas décadas demuestran que ha aumentado la edad a la que se accede al matrimonio y una disminución de la nupcialidad, al mismo tiempo que aumenta el divorcio y la separación. (Díez Nicolás, 1983)  Por otro lado se ha producido un retraso en la primera maternidad, es decir se tiene el primer hijo con edades mas avanzadas, esto se ha explicado por la prolongación de la formación de las generaciones más recientes además de que  las mujeres son más reticentes a abandonar la actividad laboral con la llegada de los hijos. (Delgado, 1993)

 Todo esto nos lleva al punto que tratábamos en un primer momento, en el cual se está produciendo una individualización de la sociedad, en el caso de las nuevas relaciones, el hombre y la mujer son más interdependientes e iguales, la sexualidad y el amor se vuelven más abiertos. En definitiva, hoy en día la forma de crear una familia, viene mas desde el punto de vista de una decisión individual aspectos de la vida como son el matrimonio, la tenencia de hijos, en gran parte se hacen de un modo individual y subjetivo, no impuesto ni determinado por otros, por la tradición o las costumbres.(López Blasco, 2006)
 
Así, al estar separadas la actividad sexual y la reproducción, el inicio de la vida en común o la idea de la creación de una familia a partir de una pareja, se diluye. El matrimonio, o la vida en pareja, o la adopción en su caso no son las únicas formas de formación de una familia. (Delgado, 1993) Y los cambios que ya se han venido produciendo podrían acentuarse con estas tecnologías. 

Las familias de un solo progenitor podrían aumentar considerablemente por las técnicas de inseminación artificial con lo que también se alteran el significado tradicional de la paternidad y la maternidad: con estas nuevas técnicas, la mujer que acceda a tener un hijo en soltería, seria a la vez madre y padre del niño/a, se pierden los tradicionales lazos de consanguinidad que daban unas redes sociales al niño. 

Por último, en cuanto a las nuevas relaciones con la sociedad, vemos como con estas nuevas tecnologías cambia el imaginario social. Tradicionalmente se ha afirmado que la principal función de la familia y del matrimonio era la procreación, esto puede estar cambiando dado que por las tecnologías de la reproducción artificial. (Díez Nicolás, 1983)

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