Los objetivos que nos planteamos al inicio de la investigación son: en primer lugar las líneas de debate y el conflicto social que surgen con las nuevas tecnologías; en segundo lugar, nos planteábamos el objetivo de analizar las consecuencias sociales que pueden derivarse de estas prácticas; y por último, la necesidad de conocer la legislación al respecto.
A lo largo de la investigación hemos podido comprobar que el debate respecto a las tecnologías en genética y reproducción, está muy dividido en cuanto que, por un lado, tenemos la manipulación genética y por otro lado la reproducción asistida. Así podríamos concluir que en general hay una aceptación mayor de las tecnologías en reproducción con respecto a la clonación, que despierta más temor o desconfianza.
Las visiones optimistas respecto a estas técnicas, giran principalmente en relación a la aplicación medica, la llamada clonación terapéutica y utilización de células madre para curar enfermedades, las cuales supondrían grandes avances médicos en relación a enfermedades hoy incurables. Por otra parte, las visiones más pesimistas en torno a la clonación se centran en la desconfianza y el miedo tanto por las consecuencias inesperadas de la manipulación genética, como por el poder de quien sea capaz de controlar estas técnicas, el control de los códigos genéticos o la posibilidad de que esta información sea disponible y utilizada con fines perversos. Además de la ya conocida visión ética, para la cual supone una cosificación y mercantilización del ser humano y de la vida.
Conocer nuestro código genético y poder tomar decisiones en consecuencia, supone correr el riesgo de que las personas lleguen a ser tratadas como un medio, más que como un fin en sí mimas. Y es que, como afirmar Castells, las biotecnologías nos permiten alterar las bases de nuestra existencia, de nuestro ser biológico, esto supone una gran revolución tecnológica sobre la que se asienta la sociedad informacional. Pero al mismo tiempo puede representa un gran peligro si no creamos unas bases éticas consensuadas.
Además, el hecho de que haya más aceptación de las técnicas de reproducción en comparación con las de la clonación, es consecuencia de que las primeras están mucho más implantadas y abiertas a la sociedad, lo cual genera más confianza, mientras que las investigaciones con células madre o clonación, suelen ser investigaciones “a puerta cerrada” y como todavía no están demasiado democratizadas, despiertan mas desconfianza y miedo. Aun así podríamos decir que aquellas técnicas de clonación de células madre adultas con fines terapéuticos son las mayormente aceptadas, mientras que la clonación de embriones generalmente se rechaza socialmente.
Por otro lado, hemos podido comprobar que hay muchas líneas de debate en torno a estos temas, mas allá de la división general que hemos visto, aparecen líneas de debate incluso dentro de grupos que en principio pueden parecer homogéneos. Un claro ejemplo de esto lo hemos visto en las teorías feministas, donde se da desde la total aceptación pues puede ser un gran avance para la independencia de la mujer como posturas que opinan que se trata de una medicalización y utilización del cuerpo femenino y por ende se posicionan completamente en contra.
En cuanto al objetivo de investigar los conflictos sociales que surgen con estas técnicas, vemos que aparecen varias posturas: por un lado, encontramos grupos que reclaman la utilización de distintos tipos de estas técnicas y la imposibilidad de acceder a ellas en muchos casos, tanto por causas de tipo jurídico, económico y presión social. Por otro lado, vemos que surgen conflicto también entre aquellos que investigan sobre estos temas, los poderes económicos que determinan quien puede investigar y quien no y en qué dirección. A la vez aparecen diferentes grupos de presión que se oponen a estos proyectos de investigación. Ante esto vemos un gran intento por parte de las instituciones de regular estos conflictos, a la vez que la dificultad de hacerlo lo cual refleja la pérdida del poder del Estado, en un mundo globalizado.
El segundo objetivo que nos planteábamos era investigar sobre las posibles consecuencias sociales que podrían tener la aplicación de estas técnicas. Desde el punto de vista de la familia, analizamos los cambios a nivel micro que podían suceder con estas nuevas tecnologías, lo cual efectivamente podemos decir que han aparecido nuevos tipos de familia, pero se mantiene el modelo de familia nuclear, puesto que estas técnicas no han supuesto una revolución todavía en este ámbito. La mayoría de las técnicas de reproducción son usadas por parejas heterosexuales que no pueden concebir y en menor medida por parejas homosexuales o mujeres solteras, por lo que la estructura familiar no se ha visto afectada aun. Por otra parte, vemos que entorno a esto han surgido nuevos conceptos de paternidad y de maternidad, e incluso surgen dilemas éticos y presiones de ciertos grupos respecto, por ejemplo, a la posibilidad de existencia de dos padres o dos madres, pero podemos concluir con que estos conflictos vienen de la mano de que se trata de un cambio en la estructura familiar tradicional y como consecuencia de la aparición de las nuevas técnicas, es decir estos grupos también se oponen en el caso de la adopción por parejas homosexuales, por poner un ejemplo.
Otra de las consecuencias sociales es que dan un soporte tecnológico a la tendencia de la postergación de la maternidad que ya había empezado en las sociedades occidentales. Es decir esto no quiere decir que las técnicas de reproducción hayan provocado el surgimiento de familias tardías, sino que la tendencia social a la maternidad tardía se ha visto facilitada por estas nuevas tecnologías, lo cual es una prueba más de que la tecnología se inmiscuye en todos los ámbitos de nuestra vida. A su vez también sirve de soporte para sustentar el creciente individualismo en nuestras sociedades pues permite la generación de un proyecto de visa de formación de una familia en este caso monoparental. Además de esto, podemos afirmar que estas tecnologías conllevan un cambio en el imaginario social en relación a la familia, pues esta ya no se ve como una unión con fines reproductivos pues existen alternativas a la reproducción.
Por otro lado, hemos visto como las nuevas tecnologías en genética y reproducción fomentan la aparición de nuevas formas de desigualdad social. Desigualdades que se manifiestan desde el punto de vista geográfico por la desigualdad distribución de los recursos, las distintas legislaciones, los recursos económicos, el acceso a las técnicas es desigual reflejando las desigualdades sociales ya existentes. En relación a la desigualdad, también aparece la desigualdad en el control de estas técnicas, así surgen riesgos al concentrarse el conocimiento y por ende el poder acerca de la aplicación de estas tecnologías, o también el control de la información genética de los individuos. Vemos como se genera discriminación genética en relación al conocimiento de ADN, a la selección de embriones, etc. al poder alterar la carga genética del individuo.
Además de todo esto, podemos decir que las nuevas tecnologías surgen en un contexto de mercado económico, competencia y sociedad del consumo. Esto condiciona la orientación de las investigaciones. Es decir, solo se investigan aquellos aspectos que interesan económicamente, por lo que ciertos temas de importancia para la investigación se dejan a un lado por no ser rentables. Así vemos como es el mercado el que decide quién investiga, que se investiga y quien puede beneficiarse.
Por lo tanto, podríamos concluir con que aún no se ha producido una democratización de estas técnicas, y hasta que no se produzca es muy probable que las consecuencias sociales no se vean claramente, aunque el potencial de estas sea enorme. También podemos afirmar que estas nuevas técnicas están insertas en una sociedad del consumo por lo cual siguen la misma lógica que cualquier otro bien o servicio, a la vez que los consumidores son cada vez más exigentes y el consumo está cada vez más diversificado y los bienes más personalizados, podemos ver como esto se refleja en el consumo de estas técnicas. Un ejemplo de ello podemos verlo en las estadísticas de los bancos de esperma y las demandas que reciben del tipo de perfil de donante que se solicita.
En cuanto a las conclusiones sobre el marco legislativo, vemos como las medidas legales encaminadas a regular la utilización de estas tecnologías se detienen, por un lado, en el tema de la experimentación con células madre embrionarias, y por otro en el uso público de las técnicas de reproducción asistida. En ambos casos la legislación cambia de unos países a otros, e incluso, como en el caso de EEUU se encuentran diferencias significativas dentro de un mismo país. Así, en EEUU la legislación es mucho más permisiva a la hora de experimentar con células madre en el ámbito privado que en el público.
Por su parte, Europa manifiesta importantes vacios legales en cuanto a la utilización de las técnicas de reproducción asistida. Por ejemplo, en Francia, Alemania y Austria, no está permitida la selección del sexo del bebé, pero en Italia e Inglaterra esto ni siquiera está regulado; y lo mismo ocurre con la selección de embriones en Francia y Alemania. Es decir, debido la novedad que implica la utilización de estas técnicas existen importante vacios legales. Vemos por tanto, como los cambios jurídicos tienen una dinámica mucho más lenta que los rápidos cambios producidos día a día en el campo tecnológico. Pero además encontramos otro factor que convierte estas leyes en instrumentos inútiles: la globalización. Actualmente las barreras legales de los Estados-naciones no son impedimento para la generalización y utilización de las técnicas de reproducción asistida, puesto que si una persona de Alemania desea, por ejemplo, conocer el diagnostico prenatal de su bebe, podrá viajar España o Inglaterra, donde si está permitido.
En un principio pensabamos que las consecuencias sociales serian algo del futuro, y si bien es cierto que no se verán a gran escala hasta la masificación de las técnicas, podemos concluir que hoy en día ya estamos viendo efectos de estas nuevas tecnologías. En el caso de la discriminación genética que parecía algo de un futuro lejano, vemos que ya estamos viendo casos en lo que se muestra patente. Por lo que las consecuencias sociales de las nuevas técnicas en reproducción y genética empiezan a notarse en nuestras sociedades.
"Dales tu ADN y te dirán cómo eres. Y recuerda que a ADN deficitario, empleo precario"
"Dales tu ADN y te dirán cómo eres. Y recuerda que a ADN deficitario, empleo precario"
No hay comentarios:
Publicar un comentario